La zona fue repoblada en la época de Alfonso I de Asturias. La primera mención es del año 847, citada como Pautes. En 947 se cita a la iglesia de San Vicente, que dependía del Monasterio de Santo Toribio. El conde que gobernaba este territorio recibió privilegios reales en 1299 y 1305. En el Becerro de Behetrías (1351) Potes aparece como propiedad de don Tello, hijo de Alfonso XI. |
Durante la Baja Edad Media, la localidad se vio implicada en la confrontación entre los linajes de Manrique-Castañeda y Mendoza. Juan II, en el año 1444, resolvió la cuestión a favor del Marqués de Santillana. Los Mendoza hicieron de Potes la capital de Liébana, y erigieron en la villa la torre del Infantado en el siglo XV. De esta misma época son la Torre de Orejón de la Lama y el puente de San Cayetano. Las primeras ordenanzas de Potes son de 1468. |
En la Edad Moderna, Potes siguió siendo un lugar de señorío. El Duque del Infantado nombraba a su alcalde. Muchos habitantes emigraron a América, y las riquezas obtenidas permitieron la construcción de notables edificios en la villa. Diputados de la provincia de Liébana formaron parte de las Juntas de Puente San Miguel que dieron lugar a la provincia de Cantabria. En 1822, Potes tuvo ayuntamiento propio, siendo cabeza de un partido judicial que abarcaba Potes, Castro y Cillorigo, Cabezón de Liébana, Camaleño, Espinama, Pesaguero, Tresviso y Vega de Liébana. Tres décadas después pasó a formar parte del partido judicial de San Vicente de la Barquera. |
Durante la guerra civil, Potes se vio afectada por un incendio. A pesar de ello, su casco antiguo es Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, desde el año 1983. |